Suerte dorada
del árbol caído
que no piensa
que no late.
Suerte arrojada
del campo maldito
algo menso
que no mate
La vida del aire
el calor del hielo
al darle un taire
por el cielo
que no pare
por el suelo
que no salte
y alce el vuelo
Dios del mundo
Dios del bosque
protegeme del cosque
haz tu magia
alguna plegaria
regálame aquella medalla
Siempre es verde
y mal querido
siempre pierde
es aturdido
que yo ya he cumplido
y no puedo hacer más
siempre es bueno volver a empezar
El hablar es un bufido
que no para de sonar
y mas bien es un aullido
que a la noche a de cantar
A la luna una alabanza
para que no pueda olvidar
el amor a la matanza
y poder acabar
con su color
con su sonido
con su amor
con su berrido
Adiós querido brillo
de mis noches estrelladas
es más fuerte el lazarillo
cuando está con quien amaba
