Carta a una profesora

Querida Hierbas:
Nos dirigimos a usted con el fin de mostrarle los hechos que habrían ocurrido si hubiese enseñado lengua y literatura a algunos escritores más reconocidos de la literatura española:

Cervantes: Este individuo habría confesado falsos crímenes para escapar de usted e ir a la cárcel y los molinos de viento serían profesoras de lengua con su aspecto en vez de gigantes. Y habrían dado mucho más miedo.

Jorge Manrique: Se habría reunido con su padre privándonos de su obra.
Don Juan Manuel: Sus cuentos serian simples comentarios de texto y remedios contra el estrés.

José Zorrilla: Esta persona no habría aguantado la primera semana de continuas decepciones. Se habría cambiado de sexo y habría huido a China.

José de Espronceda: Este maravilloso poeta habría dejado la mar, la patria y el viento para buscar la libertad (lejos de usted).

Quevedo y Góngora: Habrían dejado su enemistad a un lado para combatir un mal mayor y escribir sobre “una hipocresía superlativa”.

Arcipreste de Hita: Simplemente la habría quemado viva (por bruja).

Fray Luis de León: No habría conseguido encontrar el “Locus amoenus” y se habría sumido en un profundo “Locus inivicundus”

F.G.Lorca: Por desgracia este nombre jamás se habría conocido.

Exponiéndole esta lista queremos que sepa la gran frustración que muestra a sus alumnos, dejando un aura de impotencia frente a sus subjetivas correcciones.
Con esta carta no queremos herir sus sentimientos, sino mostrar los nuestros y dejar claro que no todo el mundo sirve para la enseñanza y la educación y que las generaciones futuras necesitan profesores que no les arruinen sus estudios, planes y sueños.
Un cordial saludo de sus desdichados alumnos.