domingo, 13 de febrero de 2011
Para siempre
Tu eres el fuego en mi mirada
la vida de mi alma ahogada
esa descarga que reaviva mi cuerpo
cuando, terco, queda muerto
La brisa de la mañana cálida
la lluvia del otoño amarronado
mi vida, mi alma cándida
la cura de mi desacato
Tu, mi luz dorada
inhalas vida al ser no muerto
no tuerzas tu cobriza mirada
cuando pida mi último beso
diecinueve, casi veinte
vaya paga mensual
que de verte solo un día
no es bastante inusual
Que poco cobro por todo mi amor
subiré las tarifas este verano
cuando vuelvas de tomar el sol
te pediré la paga, en la mano
No trabajes para mi
dame lo que sientes
no necesito un sí
si tu mirada no miente
Fusionemos nuestros cuerpos
y vivamos como uno
saludemos hacia el puerto
disponiéndonos de junio
Vivamos para siempre
como entes espectrales
abrazados y en caliente
vagar eternamente
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