lunes, 5 de abril de 2010

Reflexiones


Celos, que ofensivo estado humano, ¿acaso es algo que se puede evitar? podría decirse que sale de forma natural, y creer que tal vez tu duro y rocoso corazón pude gobernar... pensar que, por un instante, conseguí ablandar esa piedra carmesí que sujetada entre tus brazos hace: bum...bum..., ni siquiera lo escuche nunca acelerarse, por muy cerca que estuviese, jamás pude oír, si quiera, dos 'bums' seguidos, siempre con una pausa, como un punto y aparte en un texto en el papel... aunque nunca me importó, pensé que si estaba convencido de mis sentimientos aprenderías tu también a sentir lo mismo, pero es una tarea imposible para alguien como tú, alguien que no escucha nada y a nadie, alguien que lo único que sabe expresar es una risa o sonrisa en medio de una comedia de amistad y aun así...
Celos, que sentimiento repugnante, son tantos los motivos y tantas las personas que lo padecen que ya no significa lo mismo, una broma, una coña, algo inofensivo, ese es ahora su verdadero rostro, aunque para mi... digamos que no es algo de lo que me guste presumir, tampoco es algo que me guste sentir, pero si no paras de dar vueltas a mi alrededor acabaré mareado y tu podrás resistir y tener aguante pero yo caeré, y el golpe sera sonoro, y la sangre roja, mientras que tus pisadas se alejaran acompañadas y yo quedare mudo, inmóvil, petrificado, seré el nuevo hermano del suelo de mármol, seré un nuevo espacio de tierra en el campo, y tu no mirarás atrás, me fusionare con los infiernos y olvidarás mi existencia y mis miradas verdes, olvidarás mi calor y el tacto de mi pelo, no soñarás con migo, no te acordarás de mi nombre, lo único que sabrás es que existió una vez un chico que por una vuelta tonta cayó y que fue por sus celos, por tus juegos, por tu corazón

No hay comentarios:

Publicar un comentario